El Marco Común Europeo de Referencia,
también conocido como MCER, para las lenguas es un documento que determina el
nivel de conocimiento oral y escrito de una persona en una de las lenguas europeas.
Dividido en seis niveles diferentes, el MCER nace para una cooperación entre
los diferentes países de la Unión Europea y una coordinación para el estudio de
las diferentes lenguas que abarcan el continente. El MCER va a ser el tema
principal en esta entrada en la que me centraré en: las ventajas y desventajas
del marco y en mi propia experiencia.
Cintia Louro Búa, Marta González Porto y
María Magdalena Quintana Díaz escribieron en su blog, O Recuncho das Linguas, las diferentes ventajas y desventajas que
el MCER tiene. Centrándonos en las ventajas, el marco consta de un amplio
número de utilidades que hacen que la utilización del marco sea positiva para
la valoración del control de una persona de una lengua. El MCER permite una
mayor movilidad y comunicación internacional entre los diferentes países de la
Unión Europea, posibilitando una homogeneidad entre los diferentes países.
Además, proporciona un mejor acceso al aprendizaje y una facilitación de la
preparación de las programaciones que son llevadas a cabo en las aulas de
enseñanza de lenguas. Otra ventaja, como destacaron Louro Búa et álii., es que
el marco propicia a la cooperación entre los componentes de la Unión Europea,
proporcionando facilidad de movilidad y de obtención de titulaciones
internacionales. Por otro lado, el MCER es un referente general que los
evaluadores de los diferentes idiomas tienen como fuente de información para la
evaluación del estudiantado. Además, la objetividad del marco, así como su
visión de conjunto permiten una evaluación más justa del alumnado.
Sin embargo, el MCER también tiene alguna
desventaja que debería ser revisada para una mejor del sistema educativo de
lenguas. La primera desventaja que Louro Búa et álii. recogen en su artículo,
hace referencia a la situación económica de la posible población destinataria
de los exámenes realizados con el MCER. Debido a las altas tasas de examen que
se deben pagar, un número alto de habitantes europeos se quedan sin la
posibilidad de presentarse por la falta de recursos económicos y la
inexistencia de becas o facilidades de pago. Por otro lado, la rigidez del
marco impide su relación con el aprendizaje de las lenguas propias de cada país,
así como la evaluación del alumnado menor de dieciséis años, por lo que surgen
algunos problemas en relación a la evaluación, enseñanza y titulación de estas
lenguas. Esto está muy relacionado con uno de los objetivos principales de la
Unión Europea, la cual quiere brindar una importancia mayor al plurilingüismo
de la población europea. Sin embargo, el Marco Común Europeo de Referencia
presta muy poca atención a este tema entre sus páginas, ya que a pesar de que
recoge todas las lenguas del continente, sigue dándole mayor importancia a la hegemonía
de la lengua inglesa, así como su utilización como lengua franca. Por último,
otro de los problemas que surgen con el nacimiento del marco, es la
inexistencia de titulación o reconocimiento del aprendizaje de segundas lenguas
en ámbitos educativos obligatorios y postobligatorios.
En referencia a este último punto, tengo
que hacer hincapié en el problema en el que nos encontramos los y las graduadas
de carreras como Lenguas Extranjeras o Traducción e Interpretación, quienes no
recibimos ningún certificado de idioma una vez terminamos la carrera, ni
conseguimos alguna facilidad para la obtención de dicho título, título que es requerido
en muchos puestos de trabajo o en el momento de pedir alguna beca al Ministerio
o al extranjero.
En relación a mi experiencia con el Marco
Común Europeo de Referencia es bastante escaso o casi inexistencia, al menos
que yo sea consciente de ello. La verdad es que en casi ningún momento casi ningún
profesor o profesora, ya sea del instituto o de la carrera, hizo referencia a
dicho marco o expusiese que él o ella aplicase en sus clases dicho marco. He de
reconocer que algún profesor de la carrera utilizaba alguno de los libros de Cambridge para impartir sus clases y
durante mi segundo año de carrera me presenté a los exámenes del Centro de
Linguas de la Universidade de Vigo para la obtención del título de B2. Por otro
lado, profesionalmente también he tenido un pequeño contacto con el marco
durante mis prácticas en el Colegio Los Sauces, donde un número alto del
alumnado estaba preparando los exámenes para la obtención de titulaciones de
nivel de lengua inglesa.
En conclusión, el MCER es una documento
necesario y útil para la evaluación del alumnado y su aprendizaje de una o
varias lenguas extranjeras. A pesar de ello, el MCER necesita alguna que otra
mejor, presentando atención a temas como la falta de recurso económicos de la
población o la importancia del plurilingüismo.
Hola Alex,
ResponderEliminarMe gustaría felicitarte por tu entrada sobre el Marco Común Europeo de Referencia. A pesar de ser un tema extremadamente difícil de resumir y comentar, pero tú has conseguido hacerlo de una manera muy clara y concisa, sin resultar nada pesada su lectura. Por otro lado decir que estoy de acuerdo contigo en lo referente a que el MCER es un documento necesario, pero que precisa de mejoras de diversos tipos. A mi parecer, el plurilingüísmo es un tema en el cual el marco no se centra y que, sin embargo, es de gran importancia. Enhorabuena de nuevo.
Un saludo
Muchas gracias por tu aportación Paula. El plurilingüísmo es muy necesario ya que es una forma de mostrar respeto por las otras culturas y no darle mayor importancia a unas que otras.
EliminarUn saludo